Si buscas planes alternativos al turismo de sol y playa, te mostramos distintas rutas de senderismo para descubrir Santa Pola, por las cuales podrás adentrarte en la sierra y disfrutar de unas espectaculares vistas panorámicas de la bahía bañada por el mar Mediterráneo.
Puesto que el senderismo es una actividad que puedes realizar al aire libre, estas rutas son una buena opción para descubrir diversos parajes y entornos naturales que se encuentran en el término municipal de Santa Pola.
Precisamente, hemos escogido algunas de las rutas de senderismo que realizamos en este municipio de la Costa Blanca, para que descubras estos rincones y practiques este deporte. El nivel de dificultad de estas rutas depende de la percepción de cada persona, y de la experiencia y preparación física que se tenga en el momento de realizar la actividad.
Por tanto, te recomendados estas rutas de senderismo en Santa Pola, como plan alternativo al sol y playa, en las cuales podrás descubrir, entre otras cosas, parques naturales, monumentos geológicos y la historia de este municipio costero.
Rutas de senderismo para descubrir Santa Pola
El Cabo de Santa Pola
Había amanecido luminoso y despejado en el municipio de Santa Pola, con viento del nordeste. Las gaviotas planeaban suspendidas por el cielo sobre esta zona del litoral mediterráneo, con el mar lanzando sus olas sobre las rocas de formas caprichosas.
El continuado rompimiento de las olas genera una bruma espumosa que avanza por el terreno inclinado, cortado y rellenado regularmente por plantas y objetos que traen las mareas. El aire salado humedece las fosas nasales y templa el ambiente.
Dispuesto a recorrer el Cabo de Santa Pola por su base, y con la mirada puesta casi permanentemente en este accidente geográfico que se eleva 144 m. sobre el nivel del mar, estoy listo para iniciar la ruta a través de los senderos sinuosos del arrecife coralino fósil, y contemplar la magnitud infinita de detalles que contiene esta formación acantilada.
Torre del Tamarit. Monumento en las Salinas de Santa Pola
Hubo una vez una torre vigía, situada en las salinas de Santa Pola, a la que llamaron Torre del Tamarit, aunque también se la conoce por Torre de la Albufera o Torre de las Salinas, y la verdad es que todavía sigue en pie, tras cinco siglos rodeada de agua.
El lugar de su emplazamiento no esta lejos del litoral de Santa Pola, donde se conecta visualmente con la Torre de Escaletes, en la otra punta de éste pueblo costero, dotado de un transitado puerto, un Castillo-Fortaleza y habitado por gente acostumbrada al mar.
Durante largo tiempo, los elementos fueron desmenuzando la torre y, poco a poco, su planta cuadrada se fue erosionando, hasta que en la actualidad ha sido rehabilitada de forma que ha recuperado su imagen. Presenta una estructura prismática, cuya verticalidad irrumpe en el extenso horizonte de las lagunas del Parque Natural de las Salinas de Santa Pola.
Ruta de este a oeste
Cada día, en el pueblo costero de Santa Pola de este a oeste, se pueden descubrir por los caminos distintos lugares y entornos en los que disfrutar por sus sendas mientras contemplamos parajes naturales de gran riqueza biológica, geológica y paisajística.
Echando un pie adelante y luego el otro, vamos a recorrer Santa Pola de este a oeste. Durante el camino, descubriremos algunos entornos naturales, formaciones geológicas y parte de la historia del pueblo levantino.
El patrimonio natural de Santa Pola es muy variado y tiene un gran valor estético y medioambiental, además de un valor científico que incita a realizar actividades al aire libre en los distintos entornos naturales.
Ruta por el Barranco de Paco Mañaco
La vista se centra en un estrecho sendero sinuosa que aparece y desaparece en el cauce seco del barranco de Paco Mañaco. Las raíces de los pinos se compactan con la tierra, las piedras de arenisca y las rocas grandes de ambos lados de las pendientes. Las bancadas de piedra abandonadas que forman terrazas, trazan líneas rectas en las laderas con una pendiente menos pronunciada.
En la ronda norte de Santa Pola, barrera artificial de asfalto, se pueden contemplar, bajo un cielo azul celeste, frondosas copas verdes que emergen de las laderas del barranco.
En este momento, en esta época, cuando el sol se dirige a las montañas, la mirada me guía ladera abajo. El terreno se va elevando a medida que me adentro en el curso seco del barranco de Paco Mañaco, y los sonidos típicos de la actividad en el medio urbano van disminuyendo gradualmente. El silencio es casi total, únicamente se escucha el canto de las cigarras, mis pasos y la respiración.
Ruta por el camino del Tiro Pichón
Tras planificar la ruta, y hacerme una idea del recorrido, de los caminos y senderos, de la dificultad y el ritmo particular para cada tramo, daré comienzo a la ruta por la senda del Tiro Pichón, que se bifurca en dos senderos, uno hacia la cantera. De ahí continuaré el camino por el interior del barranco de El Hermanet, hasta llegar al paraje de la Hoja Roja.
En el transcurso del trayecto a pie por las calles, llegué al tramo final de la ronda norte, barrera artificial de asfalto. En este punto de la vertiente sur de la Sierra de Santa Pola, lo primero que vi es una llanura árida teñida de ocre por el esparto.
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